Sustituir el amor propio por el amor a los demás es cambiar un tirano insufrible por un buen amigo.
No hay más palabras, si no lo entiendes, no hay más qué decir.
No hay ningún amor verdadero que no haya derramado miles de lágrimas.
Se me desgarra el alma, cuando rechazaste tu propia liberación, que no era sino yo y no supiste verlo.
(No será publicado)
No hay más palabras, si no lo entiendes, no hay más qué decir.
No hay ningún amor verdadero que no haya derramado miles de lágrimas.
Se me desgarra el alma, cuando rechazaste tu propia liberación, que no era sino yo y no supiste verlo.